A nadie le gusta enfrentarse a los errores, pero cuando llega el momento tienes dos opciones;
la primera aforntarlo y vivir con algo que ya has superado , y la segunda no hacerlo, huir corriendo cada vez que se pongan por delante hasta que no halla una dirección por la que huir.
Yo intento enfrentarme a ellos, pero hay a veces que se acumulan y la única salida que ves es salir corriendo, y mientras corres estas pensando que hubiera pasado si me hubiera quedado, y por eso más vale un "¡la he cagado!" a un "¿qué hubiera pasado?